En verdad la colección que Balmain ha hecho para H&M es mentira. Es una falacia. Es una jugarreta de los de arriba, de Anna Wintour y Amancio Ortega. Porque esto ha sido una apuesta, pero vosotros no lo sabéis. No estoy hablando de una conspiración a nivel mundial. No, eso para los frikis. Estoy hablando de una broma de verdad, una auténtica apuesta con dinero de verdad entre la Wintour y el Ortega. Los hechos ocurrieron tal que así una fría tarde de principios de Octubre en la roñosa cafetería de la estación de servicio Midas de la carretera N-240, de Lleida a Huesca:
– No me jodas Anna, la gente no es tan estúpida – dice Amancio mirando a su vaso de La Casera con dos rodajas de limón.
– ¡Pero si el mundo entró en psicosis cuando lanzaron el último iPhone 6! Venga, Orti, va, que esto va a ser muy divertido. Además, nunca habíamos apostado por la gentuza. ¡Es lo más moderno! ¡Somos unos hipsters! – la Wintour arquea las cejas pero no se le pueden ver los ojos porque están detrás de unas gafas muy oscuras. Parece contenta.
– ¿Quién más lo sabe?
– Nadie.
– ¿Seguro?
– Joder, Orti, te he hecho venir hasta este antro para que nadie más se entere.
– Anna yo te conozco y eres una rata, y lo sabes, y estás todo el rato apostándote cosas con la gente – la señala con el índice haciendo círculos en el aire.
– Me tienes envidia, porque nunca has ganado ninguna apuesta – la Wintour tiene la cabeza apoyada contra el cristal y unos pocos pelos grasientos de su pulcro peinado se han quedado enganchados. Se incorpora lentamente, se alisa la chaqueta de Yves St Lauren Couture, el pelo, la falda, y coloca los dos antebrazos encima de la mesa, esperando la réplica de Amancio.
– Ya veo que te has olvidado ¡Qué fuerte me parece! ¡Te has olvidado por completo! – Amancio levanta los brazos por encima de su cabeza y sacude las manos como si tuviese dos maracas. Está rojo como un tomate, tiene la sien derecha palpitante. Anna levanta una ceja que se asoma por encima de sus gafas Chanel. Se las quita despacio y achica los ojos mirando al techo.
– Ah… – Anna cierra los ojos rendida – la memoria me empieza a fallar Orti.
– Si ya… trolera. Eres tan orgullosa que no puedes ni reconocer que yo te gané en la mayor apuesta que te has jugado – Amancio sorbe un poco de su Casera.
– Debo reconocer que no sólo fue la más cara sino que la más buena. Qué magnífica la expresión de Karl cuando le dijimos que habíamos apostado a que no era capa de adelgazar ni un gramo… – se miran en silencio con una sonrisa pilla y de pronto…
– ¡JAJAJAJAJA! – los dos se ríen abierta y sonoramente. Hay una familia de Huesca unas mesas más atrás y un grupo de mochileros italianos en la barra, todos se giran en cuanto oyen las carcajadas roncas de la extraña pareja.
– Qué bien me sentaron esos dos millones Anita.
– ¡Oye! Nunca me dijiste en qué los invertiste
– No te lo voy a decir – la Wintour arruga, como puede, la frente y lo mira extrañada.
– Pero qué dices Orti. ¿No me lo vas a decir… a mí? Que soy yo, tu Anita, tu QueenWin.
– Odio que me hagas llamarte QueenWin. Es tan hortera – dice Amancio poniendo los ojos en blanco.
– Qué pasa, don elegancia, Beyoncé se llama QueenB y mírala, con una puta abeja reina de ochocientos treinta y tres quilates de oro colgando de su cuello – la extraña pareja se vuelve a mira en silencio con una sonrisa burlona.
– ¡JAJAJAJAJAJAJA! ¡ES MÁS CHONI! ¡JAJAJAJAJAJAJAJAJA! – Amancio empieza a toser con fuerza y se pone rojo, a la Wintour le saltan las lágrimas y se agarra a la mesa. Los mochileros, que están saliendo por la puerta, se quedan mirando la escenita. Los de Huesca piden la cuenta y le susurran a sus hijos: “niños, vámonos, estos señores no saben comportarse”. La gente se marcha mientras la extraña pareja recupera poco a poco el aire. Sólo queda Vane sentada en un taburete al otro extremo de la barra, la camarera que no ha despegado la cara del Whatsapp en ningún momento.
– Pues mira, hablando de singeleides, ¿me vas a decir en qué te gastaste mis dos millones de dólares?
– No Anna, no te lo pienso decir – Amancio está muy serio y convence a la Wintour.
– ¡Bueno… vale! Pues espero que te hayas metido esos dos millones por el culo… – Amancio la mira con la cabeza baja, se muerde una uña y le dedica una sonrisita debajo de la nariz.
– No me lo puedo creer – dice la Wintour abriendo los ojos, como puede, de par en par. Mira a Amancio de arriba a bajo con la boca abierta, completamente desencajada.
– Anna, por favor, cierra la boca que te veo hasta las bragas de Dior.
– ¡Pero qué fuerte Orti! – dice la Wintour alzando la voz – ¿De verdad te has gastado mis dos millones de dólares en esos supositorios de placenta humana? – Vane, la camarera, deja de aporrear la pantalla del móvil con sus pulgares y levanta la cabeza de golpe. Mira a la extraña pareja que está sentada en la penúltima mesa de la cafetería. Entrecierra los ojos intentando agudizar el oído, pero es inútil, están demasiado lejos. Se olvida rápidamente de haber oído en la misma frase las palabras “dos millones de dólares”, “supositorio” y “placenta humana”, y vuelve a su sexting con Isra, el mejor amigo de su novio.
– Joder Anna, baja la voz, que nos van a descubrir – susurra Amancio. Se gira rápidamente para ver el local: vacío. Echa un vistazo a la camarera, pero parece que no se ha enterado porque sigue con la cara deslumbrada por la luz de su Android.
– Qué fuerte Orti… – dice la Wintour mirando por la ventana. Cruza la pierna derecha sobre la izquierda y deja reposar las manos sobre su falda lápiz gris oscuro de YSL Haute Couture. Gira levemente la cabeza hacia Amancio y lo mira con desprecio, altiva, como quien mira un aguacate de Caprabo que parece redondo, firme y muy sabroso pero que, al tocarlo con los dedos, la rugosa piel se rompe en un estrepitoso derrumbe interior dejando a la luz una calidad patética y penosa – De verdad que no tienes vergüenza. Con la de gente que lo está pasando mal. La de hambre que hay en el mundo. Después de lo de Rana Plaza… Y tú con tus placentas anales… Eres el más raro de todos.
– ¿Yo? ¿Raro? ¿Pero tu te has visto? – Amancio abre los ojos y la mira de arriba a bajo varias veces – Desde 1856 que llevas este horrible pelo, y más de una vez te he pillado mordisqueando las puntas. Si es que parece que te lo cortes para que te llegue justo hasta las comisuras de la boca… ¡Ja! Raro yo… – la Wintour levanta las cejas y alarga el cuello. Lo deja en paz. Tiene razón, pero no quiere sacar los platos sucios en un antro como este.
– Bueno, vale ya. Llevamos demasiado tiempo aquí, me está saliendo un herpes en el coño de estar sentada en este banco asqueroso – la Wintour retoma la compostura y se plancha el pelo, el flequillo, la chaqueta, la falda. Coloca la cucharilla a tres centímetros de la taza de café, a otros tres la bolsa de azúcar vacía, y después mueve el asa de la taza hacia la derecha, alineando todos los elementos en una línea perfecta – ¿Lo hacemos o no?
– Vale, pero ya te digo yo que la gente no es tan estúpida. La colección sigue siendo de H&M, no es Balmain, y encima con esos precios… el costo es muy elevado para la plebe. Pero bueno… venga. Me apuesto cinco millones de dólares a que no se acaban las prendas el mismo día que se lanza la colección. – dice Amancio con seguridad, midiendo las palabras, porque la Wintour es muy buena y aunque él sea dueño de la mayor empresa de moda low cost y cree conocer el comportamiento de sus clientes, nunca se sabe, con la masa nunca se sabe. Y aún menos con la Wintour.
– Muy bien – la Wintour sonríe, como puede, ampliamente. Le brillan los ojos. – Pues yo me apuesto cinco millones a que la colección vuela ese mismo día.
– Trato hecho – los dos cierran el trato dándose la mano por encima del vaso de La Casera y el café rancio de Anna.
– Bueno, voy a llamar a Olivier para que nos tenga listos ya el diseño de los modelos. Quiero que esto salga el mes que viene, que tenemos demasiadas cosas que hacer – dice la Wintour sacando su iPhone 10w.
– ¿Hombre y mujer? – Amancio pone una mano encima de la pantalla antes de que la Wintour haga la llamada.
– Sí, sí, sí, ¡pues claro! – le aparta la mano con fuerza y se lleva el teléfono a su oído – ¡Ooooliiiiii! ¿Qué tal cari? Oye, escucha, mira, que estoy aquí con Amancio y queremos que lances una colección especial con H&M… – la Wintour se calla un segundo – Que sí. Oli, así es el negocio de la moda, no me vengas con chorradas de exclusividad, de lujo… – silencio… – Ya, ya se que Maison Martin Margela no triunfó, pero estamos halando de Balmain, cari. Estamos hablando de las Kardashian. ¡Joder, el mundo está como loco por esas poligoneras! Lo vas a hacer y punto. En dos semanas queremos ver los finales de la colección. Hombre y mujer, claro. Tenemos que darnos prisa… – la Wintour frunce las cejas con fuerza marcándose las zonas con extra de botox. Amancio la mira con asco.
– ¿Qué pasa Anna? ¿Qué dice? – Amancio se levanta del banco y se sienta al lado de la Wintour, ella pone el iPhone en la otra oreja para que los dos puedan escuchar lo que está diciendo Olivier Rousteing. Escuchan con atención, al otro lado se oye una voz alterada hablando sobre números, calidad, “la marca, la marca”, tejidos, patronistas… La extraña pareja se mira y se ríen con fuerza, dejando caer sus cabezas hacia atrás.
– Oli, Oli, Oli, Oli, ¡OOOOOOLI! ¡Tranqui! ¿Pero de qué estás hablando? Eres un niño mimado y no tienes ni idea de lo que vale un peine. Me vas a hacer el favor de bajarte del pedestal y darte cuenta que hasta los famosos van a correr desesperados por tu colección. Harás los vestidos de las Kardashian por cuatro duros y en H&M los venderemos a 400 y vas a poder hacerlo porque te lo estoy diciendo yo. Luego tu seguirás con tu tranquila vida en tu dúplex de lujo con tus chulos desparramados por la piscina. Así que ves sacándole punta al lápiz, porque en dos semanas queremos treinta piezas para hombre y treinta para mujer. Gracias Oli. ¡Esto va a ser la bomba! – la Wintour cuelga. Amancio la mira y sonríen secretamente.
– Anna, querida, ¡qué bien me lo paso contigo! – Amancio le agarra el brazo y apoya su cabeza en el hombro de la Wintour.
Una semana después en Whatsapp…
BaLmIeRdA xa hm
QueenWin ha creado este grupo
QueenWin ha añadido a A.Ortega
QueenWin ha añadido a Olivier oui c’est moi
QueenWin: ¡Hola chicos! He credo este grupo para que podamos estar en contacto. Oli me ha gustado todo lo que nos has enviado, pero hay que hacer complementos: tendrás que diseñar abalorios y baratijas.
Olivier oui c’est moi: …vale…
QueenWin: ¡Orti! ¿Dónde estás?
A.Ortega: Hola, hola. Olivier todo me parece correcto, pero vas a tener que bajar precios de coste. No has pillado el concepto: no estamos vendiendo moda con esta colección, estamos vendiendo mierda, tal cual.
Olivier oui c’est moi: ¡Pero esta mierda es mi mierda, y yo soy la cara de esta mierda! Estáis locos… y no me parece nada bien el nombre de este grupo…
A.Ortega: Sí, estamos locos. Y así funcionan las cosas. Mañana queremos el final de la ropa y de los complementos. Te pasaré mi contacto en China. Estamos hablando de H&M, si se cae una bolita, o una lentejuela ¡no pasa nada por Dios! No me importa que los bajos estén mal hechos, no vamos a perder el tiempo en eso. ¿Ya has hablado con Kendall para hacer el vídeo?
Olivier oui c’est moi: Sí… me ha dicho que le parece bien. Claro que le parece bien a esa niñata…
QueenWin: ¡Oye, más respeto! Que gracias a ella vas a triunfar. Porque tu todavía no lo ves, pero será el rey del LFL.
Olivier oui c’est moi: ¿????????
A.Ortega: ¿LFL?
QueenWin: Low Fashion Luxe
A.Ortega: JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA
Olivier oui c’est moi: Iros a la mierda. Me voy del grupo. Hablamos por mail.
Olivier oui c’est moi ha dejado el grupo.
QueenWin: Puto mimado…
A.Ortega: Anna, me parto… tu siempre con tus siglas. Bueno, ahora que estamos solos, quiero que sepas que me van a sentar genial esos cinco millones.
QueenWin: Síiiii claro. No vas a ganar Orti. ¿Pero no ves cómo está Olivier? Está loco porque sabe que tengo razón, sabe que su ropa va a volar, la gente es estúpida Orti, son muy tontos. El mundo de la fast-fashion se ha vuelto completamente majara…
A.Ortega: ¡Y lo que nos gusta!
QueenWin: JAJAJAJAJAJAJA… Vicioso. Cari, te dejo, estoy subiendo al jet y me van a hacer unas fotos. ¡Ciao!
A.Ortega: Hasta luego Anna. Hablamos mañana. Mua
Dos días después…
QueenWin: ¡Buenos días Orti!
A.Ortega: ¡Hola Anna! Me encanta lo que nos ha enviado Olivier. ¡Es tan fácil de copiar! Me encantaaaaa
QueenWin: Síiiii. Vamos a triunfar. ¡La mierda va a triunfar! Me muero de ganas de ver la cuenta atrás en el centro comercial de Dubai… ya verás, será la bomba ver a las autóctonas y a las turistas correr por esas autopistas de mármol a por ropa que no vale ni un duro. ¡Jajajajajajaja!
A.Ortega: ¡Jajajajajajajajaja!
QueenWin: Oye, cari, por cierto, muy bien eh… Tengo que felicitarte, eso sí que ha sido un movimiento muy de pro.
A.Ortega: ¿¿¿???
QueenWin: ¡Lo del Primark!
A.Ortega: ¡Ah! Ya… están como locos por España… y mira, buscaban un edificio en el centro y les dije que se viniesen al mío. ¿Viste las colas en la Gran Vía? La gente es tan cutre…
QueenWin: ¿Veeees? ¿Ahora lo ves Orti? Te voy a ganar. De verdad que no sé cómo no te habías dado cuenta antes, siendo tú el dueño de la mayor empresa de low cost…
A.Ortega: Sí, sí… pero una cosa es Primark y otra H&M. Las modernas no van a Primark para comprarse ropa para salir de fiesta, van a H&M. Así que esta colección es para ese grupo concreto de compradores, y compradores, con cierto nivel cultural pero que, en el fondo, ¡son unas chonis!
QueenWin: ¡Jajajajajajaja! Estás pasando demasiado tiempo conmigo cari, ya hablas como yo… Pues ya verás tus colas en las de H&M…
A.Ortega: ¡Jajajajajajajaja! Las mías las tengo bien guardadas… mira que eres cerda.
QueenWin: Tu que eres un mal pensado. Bueno, cari, te dejo, estoy entrando en el doctor, me van a retirar los cartílagos. ¡Besos!
A.Ortega: Ciao.
BaLmIeRdA xa hm
6 de noviembre
QueenWin: Ortiiiiiiii… (11:02 am)
QueenWin: Cariiii… ¡Jajajajajajajajaja! (13:23 pm)
QueenWin: Amanciooooo ¡he ganado la apuesta y lo sabes! No pases de mí. ¡Me meo con estos memes! (14:24 pm)
QueenWin: ¡AJAJAJAJAJA! No puedo paraaaaar. Ortiiii este es buenísimo… (14:30 pm)
QueenWin: Orti, por favor, te he llamado doscientas veces, ¡cógeme el puto teléfono! (14:37 pm)
QueenWin: Jajajajajajaja… Orti, ves a Wallapop y busca “Balmain”… ¡Vas a flipar! He visto uno de los vestidos a 2.000… ¡Me encanta! ¡Qué subnormal es la gente! ¡Jajajajajajajajajaja! (16:42 pm)
A.Ortega: Annaaaaaaaaa… Perdona, me he pasado todo el día al teléfono. ¡No te lo vas a creer! Me han llamado los de Louis Vuitton… agárrate… Se han enterado que lo de Balmain lo hemos hecho nosotros ¡y quieren que haga una colección cápsula de monederos de vieja en Bershka!
QueenWin: Noooooo, ¡Jajajaja! Ortiii… Se me van a saltar los puntos… llevo todo el día meándome encima. Pero oye, un momento, vamos a lo que vamos: he ganado, y lo sabes.
A.Ortega: No. Anna, no has ganado.
QueenWin: ¿Quéeeeee? ¿Pero qué dices?
A.Ortega: Te apostaste a que se iban a acabar todas las prendas de la colección el mismo día del lanzamiento. Veo que no te has enterado, pero la única prenda que no se ha vendido es el bandeau blanco a 19,90€. Una tienda de Barcelona no ha sido capaz de venderla.
QueenWin: … venga va… no me jodas Orti… ¿un bandeau en Barcelona? ¿No me vas a dejar ganar por un puto bandeau?
A.Ortega: Aaaah, así que cuando quieres aceptas las normas y cuando no… ¿no? Menudo morro que tienes.
QueenWin: … bueno… Vale.
A.Ortega: ¡Tooooooma! He vuelto a ganaaaaar… ¡jajajajajajajajaja! Me debes cinco millones. Cari ¿pero qué te pasa últimamente?
QueenWin: A mí no me llames “cari” eh… “Cari” sólo te lo llamo yo. Venga va… ¿es el mismo número de cuenta?
A.Ortega: Sí, el mismo. Tríodos Bank.
QueenWin: Te lo transfiero ahora. Oye, ¿has visto lo de Wallapop? ¿Has visto los vídeos de Instagram?
A.Ortega: No, no lo he podido ver ¡Me he pasado todo el día al teléfono con los Vuittons! A ver, mándame pantallazos…
QueenWin:
A.Ortega: ¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA! ¡La estupidez humana no tiene límites Anna! Estoy flipando.
QueenWin: Pues mira este… el de seguridad está escoltando al dependiente para que vaya a colgar más camisas… ¡pero si nos costaron 20 céntimos! JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA…
A.Ortega: Jajajajajajajajajaja… Me voy a poner estos vídeos cada mañana al levantarme… Jajajajajajaja…
QueenWin: Cari, te lo dije, la gente es muy tonta. La humanidad se ha vuelto muy estúpida. Qué crisis ni que crosis…
A.Ortega: ¿Crosis?
QueenWin: Ya me entiendes. Lo de la crisis económica es una fantochada. La gente está sufriendo una crisis cerebral.
A.Ortega: ¡Jajajajajaja! No te pongas filosófica Anna, no te queda bien.
QueenWin: Pues voy a escribir un libro sobre eso. Voy a petarlo.
A.Ortega: ¿Sí? Yo te lo compro Anita…
QueenWin: Enserio. Mi “negro” ya me ha escrito el primer capítulo.
A.Ortega: Mira que eres snob.
QueenWin: Bueno, ¿qué? ¿Qué nos apostamos a que soy el número 1 en Amazon?